Hoy leo que Sony ha firmado el mayor contrato de la historia de la música: 200 millones de dólares para un fallecido, un tal Michael Jackson. Estando en vida, cada vez que sacaba alguno de sus últimos discos, se producía una avalancha de información negativa, con la intención más que clara, de desprestigiar al cantante. No hace falta que diga qué es lo que se decía por parte de unos y de otros, y el poco apoyo público que por aquel entonces, tenía Michael...