Podía haber sido un partido más, otra victoria, la quinta consecutiva de los Lakers, y además previsible porque su rival, Cleveland, es el peor clasificado en la Liga con solo 8 triunfos. Y en efecto, los Lakers ganaron sin despeinarse, pero el partido quedará registrado con lápiz rojo porque el 112-57 final supone la menor cifra de puntos recibida por los Lakers en toda su historia.