Reconozco que no suelo beber vodka. Mi bebida es la ginebra en los meses más cálidos, y el whisky escocés en invierno. Soy muy maniática sobre el vaso en el que me sirven. Me parece que, para saborear y disfrutar la copa, el &
#39;vehículo&
#39; apropiado influye tanto como la cantidad de hielo que se pone o la bebida con que se mezcla. Por eso, hasta ahora, nunca se me había...