La alternativa a un intervencionismo estatal asfixiante y fracasado no es,desde luego, redoblar ese intervencionismo. Al contrario, la alternativa pasa por reducir el gasto público, una gran rebaja de impuestos, liberalizar los hiperregulados sectores productivos y por no socializar las pérdidas de la banca. Todo lo contrario a lo que reclaman los sindicatos y a lo que hace este Gobierno y el anterior. Por eso, secundar la huelga equivale a respaldar a la desastrosa política económica del PP:los sindicatos no proponen modificaciones de fondo...