Hay poco que celebrar en este Día Mundial de la Libertad de Prensa si nos centramos en el panorama de cómo ha ido esa libertad, no ya en los últimos tiempos sino en el último año, el peor de los últimos 17 para los periodistas e internautas, convertidos en objetivo de depredadores de todo tipo: gobiernos, ejércitos, guerrillas, terroristas, narcotraficantes, extremistas religiosos, latifundistas... Noventa periodistas y 48 blogueros fueron asesinados y otros muchos fueron secuestrados, tuvieron que exiliarse o abandonar la profesión