Las pruebas forenses corroboran la utilización de "algún tipo de arma química" en un área de Damasco, de acuerdo con los informes realizados por científicos del departamento de investigación biológica y química de Defensa. Esta investigación, sin embargo, no ha logrado esclarecer si fueron los rebeldes o el Ejército sirio quien hizo uso de estas armas químicas ni si su uso es sistemático. "Es imposible determinar con certeza que (la sustancia recabada sobre el terreno) es gas sarín".

Cuatro personas han sido detenidas en Holanda en relación a un supuesto intento de venta de un cargamento de gas sarín en el país, producto químico que la Policía ha tratado de encontrar en los últimos días sin éxito, informó hoy la televisión pública holandesa NOS. Los cuatro arrestados, dos hombres y dos mujeres de entre 21 y 52 años y nacionalidad holandesa, comparecerán hoy ante el juez acusados de posesión de una sustancia prohibida.

Leonard Spector, director ejecutivo del Centro James Martin de Estudios de No Proliferación con sede en Washington, señala que "Siria tiene uno de los mayores arsenales de armas químicas del mundo, incluidos los agentes químicos tradicionales, tales como el gas mostaza, agentes más modernos, como el sarín, y posiblemente agentes clave como el VX... Se cree que Siria tiene una serie grande de complejos de armas químicas, algunas en zonas de conflicto actual, como Homs y Hama".

La policía japonesa ha detenido a Naoko Kikuchi, una de las líderes de la secta La Verdad Suprema. Estaba en busca y captura por su participación en el mortal atentado de 1995 con gas sarín en el metro de Tokio

Un ex integrante de una secta japonesa que perpetró un atentado mortal con gas nervioso en el tren subterráneo de Tokio en 1995 se entregó a la policía después de pasar 17 años fugitivo. El individuo, Makoto Hirata, entró a una estación policial en el centro de Tokio antes de la medianoche en víspera de Año Nuevo y fue arrestado inmediatamente.

El Tribunal Supremo de Japón ha ratificado la condena a muerte de Seiichi Endo, uno de los implicados en el atentado con gas sarín de 1995 en el metro de Tokio que causó 13 muertos y 6.300 intoxicados, lo que pone punto final a 16 años de juicios por aquel ataque.

Cuando cualquier visitante acude a Japón, una de las cosas que más le sorprende es la ausencia de papeleras en la calle. Si preguntamos sobre la razón de esto, probablemente la respuesta que obtengamos es que se han suprimido muchas papeleras para evitar ataques terroristas. Pero, siguiendo la historia reciente de Japón, podemos comprobar cómo no han existido casos de terrorismo internacional que puedan enlazar con los atentados de Londres, Madrid o Nueva York...

El ingrediente más habitual de los repelentes contra insectos, el DEET o dietiltoluamida, es tóxico para el sistema nervioso central. Un equipo de investigadores franceses ha descubierto que esta sustancia química, desarrollada en 1946 por el ejército de EEUU para proteger a los soldados en zonas infestadas de insectos, inhibe en los ratones la actividad de una pieza clave en el funcionamiento del sistema nervioso, la enzima acetilcolinesterasa, cuyo bloqueo puede desencadenar prolongadas contracciones musculares.

“Lo bueno viene en frasco pequeño… y el veneno también” dice el dicho popular. Los venenos usados como armas tienen muy mala reputación ya que, de ninguna manera poseen la nobleza de las espadas o la frontalidad de las balas. Por muchos años han sido usado en conspiraciones palaciegas, muchas veces por mujeres, y otras veces por profesionales del asesinato. Sin embargo, desde la Primera Guerra Mundial los venenos han hecho su aparición en el campo de batalla como un nueva, aterradora y mortal arma.

Los trenes, abarrotados de personas que se dirigían a trabajar, se llenaron de terror y Japón, uno de los países más seguros, vivió uno de los días más trágicos desde la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Como cada 20 de marzo, hoy se guardaron unos minutos de silencio a las 8.00 hora local.

La Dirección Nacional de Inteligencia chilena (DINA), la policía política que operó los primeros años de la dictadura de Augusto Pinochet, habría usado con dos peruanos el mortal gas sarín, según una investigación judicial en curso.

El Tribunal Superior de Tokio ratificó hoy la condena a muerte de Seiichi Endo, miembro de la secta Verdad Suprema, autora de los ataques con gas sarín en el metro de Tokio que causaron 12 muertos y afectaron a otras 6.000 personas en 1995. El cerebro de los atentados ya fue condenado el año pasado ( meneame.net/story/japon-tribunal-supremo-ratifica-sentencia-muerte-con)