Aunque el Curiosity, el nuevo, flamante y sofisticado robot explorador de Marte, ha acaparado la atención de la prensa y de la comunidad científica desde su llegada al Planeta Rojo en agosto, otro robot, el viejo, polvoriento y modesto Opportunity, que deambula por Marte desde su aterrizaje aquí en 2004, ha enviado a la Tierra una imagen insólita, que tiene desconcertados a los geólogos.