El autor del artículo sostiene que la iglesia romana no tiene un duro. Olvidando seguramente las millonarias inversiones destapadas por el caso gescartera, los negocios de la curia, el superhabit declarado éste año por el Vaticano, la Banca Ambrosiana, las distintas cajas de ahorros que gestionan en diversos países, las innumerables propiedades inmobiliarias repartidas por todo el mundo... En fin, un debate abierto sobre el que podeis opinar.