En toda Europa, los duendes han originado una gran variedad de creencias. Es mucho lo que puede decirse de ellos, por su fuerte personalidad y gustos definidos. A la mayoría le gusta trabajar y tienen muy mal concepto de los perezosos. Por ejemplo, el Brownie, uno de los más conocidos duendes británicos, es extremadamente servicial en las tareas de la casa y asegura la prosperidad a cambio de golosinas. Sin embargo, jamás hay que obsequiarle ropas nuevas porque, ofendido, desaparecerá para no volver.