Después de pasar cinco años defendiendo desde la derecha, el centro y la izquierda la necesidad de aprobar una tasa a las transacciones financieras —llamada Tasa Tobin en honor del economista James Tobin, que la formuló en los años setenta—, y cuando once países de la Unión Europea, entre ellos Alemania, Italia y España, se habían puesto de acuerdo para aplicarla, Francia ha dado marcha atrás y ha exigido a la Comisión Europea que rebaje el alcance de una imposición que considera “excesiva”.