Un perro momificado de alrededor de 1,000 años de antigüedad, hallado en la Cueva de la Candelaria, en Coahuila, el único que se ha encontrado, hasta ahora, en México en esta condición, será sometido a diversos estudios, entre ellos radiografías y ADN, luego que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) lo recuperó y reintegró a los acervos arqueológicos que resguarda, después de haber estado en manos de particulares.