En efecto, el Alcoholáser es capaz de detectar mediante un rayo láser el más mínimo rastro de alcohol a distancia, incluso a 120 km/h y a través del habitáculo, de manera que no haría falta ni detener el vehículo para que la policía pudiese comprobar el estado del conductor. En 2009, murieron 26.000 personas, después de un pico en 2007 de 36.000 fallecidos, y con estas cifras urge tomar medidas. De momento, desde el 6 de agosto de 2010, los conductores rusos tienen prohibido conducir si han consumido alcohol, por poco que sea.