"Hace cosa de un año, una persona vino un día a mi puerta (metafóricamente, porque esto ocurrió en una conversación de Messenger) y me dijo “Tío, me voy a hacer steampunk”. Como es habitual en mi comprensiva y abierta mentalidad, estallé en una carcajada ruidosa y enorme ante la mamarrachada que supone que una persona, de un día para otro, decida que va a ser “cualquier cosa”. Lo de las tribus urbanas nunca dejará de sorprenderme. Aún así, intrigado, tuve la necesidad de informarme. ¿Qué era eso del steampunk? La primera respuesta que me..."