Vía Kevin Drum, una tabla curiosa. Los bancos griegos cuando van a conceder préstamos, hipotecas y demás delicias a particulares, piden una copia de la declaración de la renta para ver qué capacidad de pago tiene el cliente. En un país normal esto sería suficiente; el impuesto sobre la renta es una cosa muy seria, y si alguien le dice al gobierno que gana tanto al año, eso va a misa. Hablando de Grecia, la cosa es un poco distinta; la declaración de la renta es una elaborada revisión de la historia personal del contribuyente