Ya en su tiempo decía el escritor francés Honoré de Balzac, que cuando acaecían grandes crisis como las que sobrellevamos en el momento actual, sucedían irremediablemente hechos contrapuestos, capaces de destrozar vidas humanas o de curtirlas. Medioambiente, desarme, crisis alimentaria, financiera, son ejemplos que demuestran que sin el cultivo de una cultura enraizada en la autenticidad del ser humano como tal, sin una razón ética, se tuercen valores, hasta los principios rectores de la política social y económica.