La FCC ha designado a Huawei, ZTE y todas sus empresas subsidiarias como amenaza nacional. La implicación principal de esta designación es que el Fondo de Servicio Universal de la FCC, de 8.300 millones de dólares al año, no podrá usarse para comprar, obtener, mantener, mejorar, modificar o apoyar de alguna manera cualquiera de sus equipos. A pesar de que en pleno 2020 no se han aportado pruebas sobre el espionaje del que se acusa a Huawei y ZTE, la FCC afirma que "ambas empresas tienen estrechos vínculos con el PCCh y los militares de China