El suceso tuvo lugar la pasada madrugada en un control nocturno rutinario, uno de los muchos que se realizan en estas fechas debido a la proximidad de las fiestas y el aumento de las celebraciones de cenas de empresa. Según parece un conductor se indignó tras dar positivo sin haber probado ni una sola gota de alcohol y aseguró que al soplar había detectado un fuerte sabor en la boquilla “al principio pensé que sería porque estaba esterilizada o algo”.
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