Existen dos procedimientos para engrosar el pene. Uno de ellos es más agresivo, aunque asegura uniformidad, mientras que el otro no. De una manera u otra, el más frecuente no es el más agresivo, pues únicamente consiste en utilizar la grasa abdominal o de la cara interna del muslo del propio paciente, para ser posteriormente inyectada en la fascia de Buck del pene. Sin embargo, el tratamiento podría no ser tan efectivo, por lo que son muchos los que luego vuelven, ya que mucha de esa grasa inyectada se reabsorbe.
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