Una clienta del restaurante Angle, del cocinero catalán Jordi Cruz, encontró ayer algo desconcertante oculto tras las zanahorias de uno de los platos que le sirvieron: una nota de socorro escrita aparentemente por uno de los becarios que trabaja en la cocina. Laura Balcells pensó al principio que se trataba de parte del plato, por lo que llegó a masticarlo, pero en una segunda inspección sospechó que podía ser un mensaje real.
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