Los juegos de mesa divierten a personas de todo el mundo, de todas las clases sociales y edades. No cabe la menor duda: no hay mejor regalo (especialmente si vives fuera de España y echas de menos los de tu infancia) que un buen juego de mesa. Sin embargo, es importante subrayar lo de “buen juego de mesa”, ya que hay más de uno que no sería tan buen regalo. En concreto, hay unos cuantos que podrían ser considerados los peores juegos de la historia o, al menos, los más aburridos.
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