Se trata de una pequeña isla artificial, que mediante motores eléctricos puede girar lentamente. Según los desarrolladores, el gasto es residual, ocupando apenas el 0.5% de la energía diaria producida. Esto se compensa con creces con el aumento de la producción de cada instalación, que según la empresa llega al 40% más que un sistema flotante fijo de las mismas dimensiones, incluyendo un 15% de incremento que se produce por la refrigeración natural que ofrece la proximidad del agua, y que hace que mejore la eficiencia de los paneles.
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