El Chato Matta llegó al restaurante por un cebichito de bonito y su cau cau de calamares con arroz blanco y rocotito molido. “María, me vino a buscar a mi casa el gran Pancholón en su tremendo camionetón. Estaba lleno de oro en el cuello y manos, y bien al perfume de Dolce & Gabbana. ‘Chato, estoy full chamba. Hay varios hijitos de papá que se meten en líos por manejar borrachos o ponerse faltosos".
|
etiquetas: esto , es , real