La peculiaridad de este proyecto es que gran parte de la energía necesaria para abastecer el complejo se generará a partir de los excrementos de sus habitantes. Eso la convierte en referente mundial gracias al trabajo que Meghan e Iñigo llevan realizando juntos durante años en este campo. Toda la energía que necesita el complejo se generará mediante procesos renovables. El sistema está preparado para ser autogestionado con 4 caballos y 8 personas que habitarán la vivienda.
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