En los últimos 150 años la dieta de la lechuza común ha cambiado: cada vez ingiere menos invertebrados. A esta conclusión ha llegado el investigador suizo Alexandre Roulin, de la Universidad de Lausanne, tras examinar 616 artículos científicos que recogen la composición de la dieta de esta rapaz nocturna en el continente europeo entre los años 1860 y 2012. El trabajo ha sido publicado en la revista Bird Study de BTO.