Fue más o menos en octubre cuando diversas fuentes oficiales daban a entender que el desembarco de tropas norcoreanas en territorio ruso para unirse a Moscú era de proporciones considerables. Entonces también conocimos que entre las fuerzas ucranianas se estaban tomando esta nueva amenaza muy en serio, pero el enfoque era ciertamente insólito: los soldados estaban aprendiendo la lengua coreana. Ahora, en una vuelta de tuerca y ante el aumento de soldados desde Pyongyang, Ucrania les propone algo inédito: una “vida mejor”.