Desde antes de los tiempos de Cristo, los ejércitos tuvieron la necesidad de hacer uso de símbolos o distintivos que los representaran e identificaran. Estos símbolos, aparte de servir para que las tropas no se confundieran de bando en plena batalla y degollasen a sus cuñados sin querer, contenían un elevando componente espiritual y de hermandad entre los que combatían arropados por dicho símbolo. Defenderlo era defender al camarada de al lado, perderlo era una desgracia y una terrible deshonra...