El 31 de julio de 1914, se prohibió por decreto zarista en Rusia la venta y la producción de bebidas alcohólicas. La prohibición debía entrar en vigor coincidiendo con el periodo de movilización: Rusia entraba en la Primera Guerra Mundial. La prohibición del alcohol se mantuvo por mucho tiempo: después de la Revolución de 1917, los bolcheviques no la levantaron. En Rusia la “ley seca” estuvo en vigor once años.