Alrededor del año 330 a. C., Piteas, un mercader griego poco conocido, se embarcó en un asombroso viaje. Un viaje que lo llevaría mucho más allá de los límites conocidos del Mediterráneo, a tierras que se pensaba que solo existían en el mito y en la leyenda. Cuando regresó, su viaje y las cosas sorprendentes que había presenciado se debatirían durante siglos. Piteas era un ciudadano de la ciudad griega occidental de Massalia (actual Marsella), la cual se convirtió en una gran potencia comercial en el Mediterráneo como resultado de su favorable