En el primer día de la campaña electoral del referéndum griego, la actividad fue frenética en Berlín, París, Roma, Madrid, Frankfurt y algunas capitales más. En todas ellas, un grupo muy escogido de votantes dejó claras sus preferencias y apuntaron sus cañones no tanto a un Gobierno, como a un hombre, Alexis Tsipras, 40 años, ingeniero por formación, activista estudiantil en su juventud, líder de un pequeño partido en 2008 y primer ministro de Grecia desde enero.