Las mujeres de una empresa que por cuestiones logísticas cada cierto período de tiempo cambia de oficinas se quejaron por tener que "acarrear la misma cantidad de cajas que los hombres". La gerencia tiene una política de igualdad entre todas las personas. Cada mujer y hombre tiene que llevar la misma cantidad de cajas. "La empresa está confundiendo igualdad con equidad", se quejaron las mujeres y añadieron "es obvio que no somos idénticas a los varones".
El revuelo no termina acá. Cuando la dirección quiso permitir que por cuestiones físicas las mujeres podían llevar una caja menos, comenzó una interna entre las personas trans que nacieron varones y las que nacieron mujeres. Las que nacieron varones y que ahora se identificaban como mujeres quedaron satisfechas, no así las que nacieron mujeres pero que ahora se identificaban como hombres. El tema no quedó resuelto del todo. Decidieron pesar a cada persona y determinar cuántas cajas lleva cada kilogramo. Algo que molestó a les gordibuenes. Al parecer fue difícil determinar en qué cantidad de peso se debía llevar cada vez menos cajas por las complicaciones.
Han tenido que contratar expertos matemáticos, físicos, antropólogos y biólogos para resolver la situación. Aún hoy siguen en ello. Todos los géneros se unieron para no permitir que robots hicieran el trabajo.