En un acto por sorpresa, el Ministerio de Hacienda a anunciado una importante novedad en el Impuesto de Sociedades que evitará que las grandes empresas, muy especialmente las multinacionales tecnológicas, reduzcan su carga fiscal de la manera abusiva que venían haciéndolo hasta ahora.
La norma, tan simple cono efectiva, señala que las empresass deberán pagar la mayor de estas dos cantidades: el 22% de su beneficio fical, calculado o el mismo procedimiento que hasta el momento, o el 5% de sus ingresos.
A pesar de las quejas promovidas en las redes sociales, precisamente por los dueños de estas redes sociales, la norma tiene precedentes y se ajusta a derecho. Por ejemplo, en estos momentos, en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, el comprador debe tributar por el mayor de dos valores: el declarado en las escrituras notariales o el denominado valor comprobado, que se extrae de las tablas de valoración de las Comunidades Autónomas.
Tras esta novedad fiscal, que se promete controvertida, las tecnológicas ya no podrán atribuirse gastos generados por sus filiales en localizaciones de menor o nula trtibutación.
El Ministerio ha afirmado que cualquier empresa que no sea capaz de trabajar con un margen muy superior al 5% debería pensar en dedicarse a otra cosa.
Con esta medida se espera recaudar 36.000 millones de Euros, una cifra que quintuplica el incremento de recaudación que generaría cualquier imposición a la renta de los más ricos, al tiempo que se neutraliza gran parte de la ingeniería fiscal que se utiliza actualmente para eludir las obligaciones fiscales de las grandes empresas.