19/10/2016 Madrid.
Esta mañana en rueda de prensa, el Vicepresidente Albert Rivera ha comunicado que el gobierno ha comenzado los trámites para rebajar la edad mínima para trabajar de los dieciséis años actuales, a cuatro. "Tras el retraso de la edad de jubilación a los 67, este gobierno quiere aumentar al máximo los cotizantes de la Seguridad Social. Es nuestra obligación, tras la herencia recibida del anterior ejecutivo, el utilizar las herramientas a nuestra disposición para cumplir con el objetivo de déficit impuesto por la Unión Europea", indicaba Rivera. Una vez se apruebe la propuesta, todo aquel ciudadano de dicha franja de edad que lo desee podrá darse de alta como cotizante y empezar a trabajar. "No en cualquier trabajo, claro. Si alguien quiere trabajar de arquitecto, seguirá necesitando su título universitario" aclaraba.
Según los datos presentados, los sectores beneficiados de dicha reforma serían los relacionados con manufactura de productos textiles, extracción de combustible vegetal del subsuelo y reciclaje de productos electrónicos. "Este gobierno apuesta por la ecología y el reciclaje" continuaba, "se trata de una obra de mano asequible y dinámica que atraerá la inversión extrajera. Ya se ha probado en otros países de Asia con gran éxito y creemos que es una fórmula ganadora. Se los van a rifar".
Voces críticas.
Nada más acabar su rueda de prensa, las críticas no se han hecho esperar por el líder de la oposición Pablo Iglesias, que aboga por mantener la edad en los 16 años, como en países como Venezuela o Irán. "Si el presidente Sanchez aprueba esta reforma, recurriremos en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Es demencial, es un atentado contra los derechos del niño" ha remarcado, sin explicar cómo aumentar la base de cotizantes actual tras la expulsión de los inmigrantes no comunitarios el pasado Julio.
Por su parte, asociaciones de padres y madres de toda España parecen alzarse en pie de guerra. "Nadie nos ha preguntado nada." Quien habla es María Pérez, presidenta del AMPA de Alicante. "Queremos conciliación, no queremos que nuestros hijos tengan que dejar el colegio. Exigimos que puedan compaginar el trabajo y los estudios con horarios flexibles." Como bien indican, si los niños trabajan, luego tienen que enseñarles matemáticas o a leer en casa, con lo que la vida familiar se resiente, "si los niños están pegados a un libro, no pueden aprender ciencia con El Hormiguero". Aunque no todo es malo "Si en vez de dejarlos en extraescolares pueden trabajar un poco después de clase, nos ahorramos el dinero que cuesta la actividad y salimos ganando con su salario. Además aprenden que las cosas cuesta ganarlas."
Una medida bien recibida.
Pese a las críticas de la izquierda radical, gran parte de la sociedad parece aprobar la propuesta. El expresidente Mariano Rajoy declaraba desde Alcalá Meco "Es una propuesta de futuro que los españoles aprueban. Este es un país de gente comprometida con su país, a la que le gusta su país. Y créanme cuando les digo que el expresidente González también lo aprueba, tal y como me comunicó ayer por la tarde en su celda".
Gran parte del sector textil ha alabado la propuesta "Estamos dispuestos a cerrar nuestras fábricas en Asia y traerlas a territorio nacional si esta ley sale adelante. Se trata de trabajadores con buena vista y dedos rápidos, eso en costura es básico. Esto beneficia a todos."
La presidenta vitalicia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, también se muestra entusiasmada "Ustedes ya saben que en el sur tenemos mucho campo y de siempre los niños han colaborado en él. Ahora podrán hacerlo a cambio de un salario, es legalizar lo que hacían nuestros abuelos. Es la salvación del campo andaluz, ahora que no hay rumanos que lo trabajen por cuatro duros".
Este periódico ha visitado un parque en el barrio de Lavapiés en Madrid para preguntar a los beneficiados de la medida. "Con lo que gane me compraré la Play4" nos dice riendo Joaquín de 9 años. Su madre, Francisca, aún tiene sus dudas "Es cierto que el colegio es importante, pero con las notas que me saca prefiero que trabaje con su padre en el bar. Que aprenda a echar cañas y se labre un curriculum para el futuro".
Un colectivo privilegiado.
Según los datos que proporciona la Seguridad Social, los españoles de cuatro a dieciséis años son los que menos aportan al estado, pese a ser de los que más gastan. Como bien apunta Rivera "La educación siempre ha sido un sector deficitario, de esta forma contendremos el gasto, que se transformará en riqueza a través del IRPF de los nuevos trabajadores. Menos gasto y más recaudación, es algo que cualquier ciudadano entiende. No solo eso, las familias verán mejorar sus economías al tener más gente trabajando en ellas. Algunos hablan de explotación infantil, yo les digo que los niños van a explotar de júbilo", concluyó.