Por desgracia, a diario son muchos los móviles que acaban sumergidos en agua, ya sea en una piscina, en el mar o simplemente en un retrete, lo que en la mayoría de las ocasiones (salvo que cuente con cierta resistencia) deriva en un terminal que deja de funcionar correctamente o definitivamente se convierte en un pisapapeles al momento o en cuestión de días. Y seguramente, muchos de los que estáis leyendo estas líneas habéis oído hablar de la solución más habitual para intentar eliminar la humedad de un móvil: sumergirlo durante horas en arroz