El S-80, el supersubmarino español que tenía que entrar en acción en 2011 sigue en el taller por un motivo grave: no flota. El asunto suena a chiste, como aquel en el que Gila contaba que les había costado sumergir los submarinos que salieron de astilleros para descubrir que en realidad eran barcos. O como cuando recibieron cañones sin agujeros. Pero es cierto...