Él es Regin, un troyano que, según recientes conocimientos de la firma de seguridad Symantec, estaría trabajando desde 2006 a lo largo y ancho del mundo (ver gráfica de Symantec), en particular, en territorios de Rusia y Arabia Saudita -de paso, hasta México-. Por supuesto, su complejidad indica una alta probabilidad de ser perpetrado con el apoyo de algún estado, por ejemplo, el Estadounidense, el Israelí o el Chino.