La Justicia resuelve que las sociedades de estiba de puertos como Barcelona o Cádiz deben indemnizar a los afectados por descargar fibrocemento, muchos de los cuales ya han fallecido. “Mi padre siempre decía que no lo vería, pero que había que ir hasta el final”. Cuando en 2011 el Instituto Nacional de la Seguridad Social le reconoció la incapacidad permanente por enfermedad laboral, debido a una asbestosis y un enfisema pulmonar con severa alteración respiratoria, él ya hacía tiempo que estaba jubilado.