La historia de San Siro siempre complica la vida a los rivales, sea el Milan uno de los mejores de Europa, o un conjunto venido a menos, como es éste. La visita al estadio italiano siempre resulta un arduo ejercicio incluso para el Barça de Tata Martino, que aunque contaba sus partidos por victoria en Europa, esta noche no pasó del empate (1-1) ante un equipo que no asusta más que por su músculo y por Mario Balotelli, suplente en esta ocasión.