Antonio Gaudí se dirigía el 7 de junio de 1926 a la iglesia de San Felipe Neri de Barcelona para visitar a su confesor cuando fue atropellado por un tranvía en la calle de las Cortes. Según declaró el conductor, el ilustre arquitecto descendía por el arroyo en dirección a la plaza de Urquinaona y para evitar que le atropellara otro vehículo, se abalanzó sobre el tranvía que él conducía, sin que pudiera remediar tan horrible desgracia. De 74 años y blanca barba, Gaudí vestía unos pantalones raídos y zapatos remendados. No llevaba ningún document
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