Ser un samurái y pasearse por Japón con dibujos pornográficos al lado de la katana en la mochila era oficialmente ilegal en cierto momento del periodo Edo. Lo gracioso es que lo que iba contra las leyes no era lo de presentarse en sociedad como una máquina de matar con patas, sino lo de coleccionar dibujos guarros. Al mismo tiempo, el hecho de portar pornaco en el equipaje durante los viajes más largos era considerado por los samuráis como un amuleto de buena suerte, un talismán que ayudaba a esos guerreros a driblar a la muerte.
|
etiquetas: shunga , japón , hentai , samurái , protección