"El fin de la historia", explica Sepúlveda, está dedicado a su compañera, Carmen Yáñez "Sonia", la prisionera 824, y a todos aquellos que pasaron por el infierno de Villa Grimaldi. La novela comienza con un episodio real ocurrido en 2005, cuando una delegación de cosacos acudió al Gobierno chileno para negociar la liberación de un criminal de guerra condenado por crímenes contra la Humanidad, Miguel Krasnoff, con el "folclórico argumento" de que era el último "gran atamán" (autoridad máxima para los cosacos). [Vanguardia de México]