Un nuevo estudio realizado en Harvard descubrió que las personas que tuvieron padres cariñosos en la infancia tendrán mejores vidas más adelante. El cariño de los padres afecta el bienestar y la salud años después. El estudio examinó el comportamiento de los padres en la infancia y luego las medidas de madurez aplicadas en la mediana edad. La asociación fue clara y consistente: las personas que recuerdan a sus padres como cálidos y amorosos están floreciendo a tasas mucho más altas en la edad adulta.
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