El siguiente testigo de la acusación, el recluso Traynor, terminó de convertir el juicio en un circo. Aseguró que los acusadores de Gotti, a cambio de garantizar su testimonio, le habían llevado abundantes drogas a la prisión hasta el punto que «estaba tan colocado que vomité sobre la mesa de la fiscal». Pero la humillación para la fiscal Giacalone no terminaba ahí. También dijo que durante la primera entrevista carcelaria con ella, había aceptado darle sus medias usadas para que las guardara en su celda y las usara como fetiche masturbatorio.
|
etiquetas: cosa nostra , familia gambino , mafia , lencería , juicio