Tenían tres placas de carbono y una suela intermedia. Los estudios de la marca decían que podía mejorar la eficiencia de la carrera en un 4% y la velocidad en un 3,4%. Y el éxito de las zapatillas fue que lo prometido era real, aumentaban el rendimiento notablemente. La clave era la combinación de pebax, un material elástico de espuma ligera que proporciona una amortiguación significativa, y placas de carbono, que aportan una rigidez que sirve para que el tobillo trabaje menos. Se consideró dopaje tecnológico. World Athletics tuvo que fijar un
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