Aunque en los últimos años había reducido muchísimo su actividad —a finales de los 90 era capaz de publicar hasta 150 juegos de rol al año, y últimamente no pasaba de los dos o tres—, no fue hasta el cese de su presencia en redes sociales y el fin de su colaboración con Debolsillo, editorial junto a la que reeditaba sus libros en formato económico, cuando empezó a temerse el principio del fin que ahora certifica el frío B.O.E.
|
etiquetas: rol , fantasía , literatura , editorial , la factoría