Aquellos que jaleaban tus himnos patrios, te han cancelado dos bolos por pasarte de la raya, cuando a ti la raya que más te gusta es la del Rocío, la del olor de los caballos, del vino y de la fe, esto es, la esperanza en una Virgen o en los seres humanos, según se tercie. A ti, no quieren cerrarte la boca por lo que cantas sino por lo que opinas. Como si, salvadas sean las distancias, dejáramos de leer a Jorge Luis Borges por sus desmedidos elogios a Augusto Pinochet.
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