Un singular entramado de bodegas subterráneas, que superan el millar. Un “auténtico recorrido” bajo tierra que ha permanecido intacto durante siglos, y que han ido construyendo y dejando los distintos pobladores a lo largo de los años. Y ahora busca ser declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Nos estamos refiriendo a la localidad zamorana de Fermoselle, junto a la frontera portuguesa y en el corazón de los Arribes del Duero. Una población de apenas unos 1.200 habitantes.

El caso es que el propio equipo de Gobierno había anunciado para este lunes una reunión interna a fin de dilucidar las repercusiones políticas del caso. El hasta ahora teniente de alcalde, en su condición de conductor de un autobús escolar, dio positivo en alcoholemia el pasado viernes en un control instalado en el término municipal de El Burgo Ranero, concretamente en el pueblo de Villamuñío, cuando se disponía a apear a un grupo de estudiantes.

El expolio a uno de los centros espirituales e identitarios de Castilla continua ante la absoluta inacción de todos los agentes políticos autonómicos y nacionales. El robo se produjo hace más de un año, pero acaba de salir a la luz. Dos claves de bóveda góticas de 2.000 kilos cada una que se encontraban en un almacén del monasterio de San Pedro de Arlanza desaparecieron. Los ladrones accedieron sin complicación aunque el traslado de estas piezas tuvo que estar muy preparado.

La mujer del hombre, de 88 años, respondió a la multa: "En pleno estado de alarma, mi marido sale a la calle sin mi conocimiento. Cuando me doy cuenta de su ausencia, me asomo a la ventana y me percato de que está siendo interpelado por unos agentes de la Guardia Civil". La mujer decidió salir y según su relato, "salgo a la vía pública y me dirijo a los agentes para preguntar si hay algún problema con mi marido". Los agentes le exponen la situación y la mujer se explicó, diciendo que "está muy sordo y que él no se entera de las noticias"

La Comunidad General de Regantes del Páramo Bajo califica de "catastrófica" la situación del campo y pide medidas como cambios en la PAC y ayudas más rápidas. Peor no pueden estar los ánimos de los agricultores que pertenecen a la Comunidad General de Regantes del Páramo Bajo, un desaliento que llega en forma de campos inundados y lluvias que no cesan. Cada chaparrón les aleja más de las tareas de la sementera, deja más tocadas sus inversiones y hunden una cosecha que este año ven más tardía e improbable que nunca.

De Sahagún a Medina de Rioseco y de Palencia a Benavente, las pequeñas construcciones de adobe surgen en medio de los campos de trigo como símbolos de una región y su historia.