A pesar de que fueron inventados hace dos milenios, los instrumentos utilizados por los médicos romanos podían ser la frontera entre la vida y la muerte para los legionarios que, bajo la lluvia incesante de Britania o el calor de Egipto, combatían por su vida armados tan solo con un pilum y un gladius. Sin embargo, y a pesar de su simplicidad, este instrumental revolucionó la medicina de campaña de la época.