El viernes 23 de enero de 1981 el presidente Suárez no tenía ninguna intención de anunciar su dimisión dos días después. Esa tarde, al caer la noche, llegaba a Barajas con la mayor discreción Leo Tindemans, presidente del Partido Popular Europeo y representante de la Internacional Demócrata Cristiana. Le esparaba en el aeropuerto Javier Rupérez, secretario de Relaciones Internacionales de UCD, que lo condujo con el mayor sigilo a la Moncloa, donde iba a mantener una entrevista con Adolfo Suárez.