(...) La civilización actual del mundo occidental está condenada porque depende totalmente de la quema de enormes cantidades de combustibles fósiles. Y esa, como sabemos, es la principal causa de la crisis climática. Esta civilización está condenada por otra razón paralela: debido a la certeza de que tarde o temprano el suministro de combustibles fósiles, que es agotable, se volverá prohibitivamente costoso,en términos monetarios como y de costo energético. Estamos atrapados, por así decirlo, en una doble crisis que nos atenaza con su pinza.