En la Política de Aristóteles ya se decía que la ciudad, la polis en la antigua Grecia, tiene que tener un solo fin, el bien común. La sanidad y la educación, desde mi punto de vista, tienen que ser una y la misma para todos y no debe estar marcada por clases económicas. Es clave cultivar la inteligencia crítica. Entre tanto exceso de información, de palabras refritas y entre tanta desinformación, el ciudadano debe ser capaz de plantearse las preguntas propias de una mente libre: quién nos engaña, quién quiere manipularnos.